Reseña
Mientras que la Range Rover “a secas” está enfocada al lujo, el modelo que añade el apellido Sport, busca el máximo performance sin mayor sacrificio de confort. Con 4,879 mm de largo, recurre a un par de motores sobrealimentados, el primero es un V6 de 3.0 Litros con dos salidas de potencia, mientras que en la parte alta se encuentra un V8 de 5.0 Litros. Este último, es capaz de elevar su poderío a niveles increíbles para dar vida a la versión SVR, capaz de completar una vuelta en el circuito de Nürburgring en tan solo 8 minutos con 14 segundos. También está disponible una variante híbrida.